HISTORIA DE LA LITERATURA EN JULIACA
ESCRIBE: Samuel Alvarez Enríquez
Creemos
que, por el momento no es necesario efectuar una periodización de la Literatura
en esta “Perla del Altiplano” en razón que desde remotos tiempos, incluso pre
Incas de Incas, están latentes las composiciones poéticas conocidas como
“Harawi” (poesía unida al canto, la música en muchos de los casos, traducida al
Español como, Yaraví), por supuesto las qhashwas (poesía, música, canto y baile
de carnavales (Pukllay, en Lengua Quechua), para nosotros es el primer momento
no sólo de practica Literaria en Juliaca, sino al nivel de nuestra Awya Yala*
(América), precisamente a partir de nuestra Concepción Andina del Mundo y no
distraernos hacia la práctica de moldes europeos, occidentales e ibéricos. Unos
de ellos son los harawi y qhashwa entonados por ejecutantes del Carnaval
Juliaqueño el día 20 de enero de todos los años, conocida como la fiesta del
Carnaval Chico (huch´uy pukllay), posteriormente Qhashwa de San Sebastián y
Danza de Toqoros y Pinkillos, ejecutados por legendarios Machu Aychas y
Chiñipilcos, trasladándose a la ejecución del carnaval propiamente dicho (hatun
pukllay-febrero), ha sufrido modificaciones por las etapas de la historia, el
uso lingüístico de una y otra lengua aborigen, predominando el Quechua, como
otra de esas siete provincias que hasta la fecha utilizan en su diario hablar,
lo que contribuye hoy en día, nuestra Región Puno es tierra de Quechuas,
Aymaras, amazonences, y Españoles teniendo en cuenta las lenguas utilizadas en
la comunicación cotidiana.
En el
transcurso de la Historia Juliaqueña, de igual forma, en literatura, son
significativos, los Himnos que tuvo Juliaca, distrital y provincial, en la
primera, sus letras tuvieron como autor al Padre Bartolomé Barceló (Español), y
la música de Jorge Rivera del Mar; hecho público el año de 1914 en la revista “Progreso”,
entonada hasta provincializada Juliaca. El segundo entonado a partir del 24 de
octubre de 1926 sus autores: Luis de Rodrigo y Jorge Rivera del Mar en letras y
música respectivamente. Siguen a esta primera parte poetas y poesías con su
Homenaje a Juliaca: Aurora Paredes de Tello, Dionisio Guillermo Torres Juárez,
Fermín Vicente Benavente Calla, José Germán Parada Manrique, Pascual Carpio
Idiaquez (Autor de ese segundo Himno Juliaqueño “La calcetera”), Abel Rubio,
Alberto Valcárcel Acuña, Autor Anónimo, Roberto Belarmino Mamani Mendoza, Irma
Delia Agramonte Luna, Samuel Alvarez Enríquez, Gloria Mendoza Borda, Norma
Judith Melgar López de Jiménez, Ladislao Adco Sunchulli, Héctor Alfredo Cano
Cáceres, Hildebrando Castillo Sachún, Justa Menéndez Guerra, Walter Jilapa
Santander, José Ayamamani Yanqui, Lucio Mamani Ticona, Juan Pío Mamani Chambi,
Jesús Walter Zea Mamani y Alberto Manuel Chambi Pérez, constituye la Primera
Parte del libro.
En la
segunda nos entretenemos en la fecha de los luctuosos sucesos que vivió
Juliaca, el 04 de noviembre del año 1965, con funestas consecuencias y la
pérdida de vidas humanas, más fortificado sentido de lucha y clave de inicio
del desarrollo de Juliaca, están lo aedas desde Jesús Cáceres Velásquez, Fermín
Vicente Benavente Calla, Filólogo Dávila Gargate y Roberto Belarmino Mamani
Mendoza, con sus mensajes de llanto y actitud depresiva con que se muestran,
mas la lucha por reivindicar Juliaca está aún latente en nuestros días.
En la
tercera parte destacamos la composición propia y auténtica de los aedas,
influenciantes, provenientes desde los clásicos románticos del siglo XIX, hasta
ahora conocida como la Corriente Literaria del Romanticismo, con matices
líricos y épico-líricos, como las de Fermín Vicente Benavente Calla, Roberto
Belarmino Mamani Mendoza, Jesús Cáceres Velásquez, Gloria Mendoza Borda, Norma
Judith Melgar López de Jiménez, Samuel Alvarez Enríquez, Rudy Frisancho
Gallegos, Gabriel Apaza Apaza, Fidel Mendoza Paredes, Walter Jilapa Santander,
Jesús Walter Zea Mamani, Luis Kenny Adco Ito, Juan Pío Mamani Chambi, Darwin
Bedoya Bautista y Vicente Itusaca.
La
cuarta, constituye la póetica Indigenista, Neoindigenista y Andina que se
practicó y practica en Juliaca, la misma que para nosotros, es el bastión del
desarrollo de la Literatura Andina, de esa Literatura que surge, en esta
Capital de la Integración Andina, a partir del funcionamiento de Instituciones
como el Instituto de Investigación Cultural Perú-Andino (IICPA) y su filiación
con el CISA (Consejo Indio de Sud América) y la Confederación Sudamericana de
Hamut´as y Ancianos, con clara Concepción Andina del Mundo; la Academia Mayor
de la Lengua Quechua, filial Juliaca y la práctica del Quechua del Dialecto
Regional del Quechua Qosqo-Qolla; desde Luis de Rodrigo (pseudónimo de Luis
Alberto Rodríguez Ortiz), Fermín Vicente Benavente Calla, Eustaquio Aweranqa
(Pseudónimo de Víctor Enríquez); José Germán Parada Manrique, Roberto Belarmino
Mamani Mendoza, Percy Zaga Bustinza, Norma Judith Melgar López de Jiménez, Jesús
Cáceres Velásquez, Gloria Mendoza Borda, Héctor Alfredo Cano Cáceres, Samuel
Alvarez Enríquez, Ladislao Adco Sunchulli, Walter Jilapa Santander, Rudy
Frisancho Gallegos, Julia Esperanza Paredes Fernández, Gabriel Apaza Apaza,
Percy David Suaña Humpiri, Juan Flores Arrascue y Vicente Itusaca.
La
quinta parte es la narrativa desarrollada a lo largo de años, destacando la de
Carlos Calderón Fajardo, que todavía tampoco ha sido antologado en la
literatura regional y nacional, le siguen: Marcos Valencia Toledo, Irene Reyna
Cáceres Rojas, Heráclides Luza Bedoya, Oscar Alejandro Jacinto Sánchez, Hugo
Apaza Quispe, Miguel Ángel Cáceres Calvo, Samuel Alvarez Enríquez, Héctor
Alfredo Cano Cáceres y Fidel Mendoza Paredes.
Completan el estudio, el texto, la bibliografía específica, así como los Historiales de la Gloriosa ANEA (Asociación Nacional de Escritores y Artistas) similar Juliaca; de CADELPOJ (Casa del Poeta Peruano, Juliaca) dicho sea de paso fue instituida el 15 de abril del año 1988, reconocida al nivel nacional por la Resolución N° 0159-jv-200
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